no tengo brazos, pero tengo buenos pies. Puedo hacer algo de dinero“.
En el pueblo de Chongqing, al suroeste de China, nació Chen Xinyin, un hombre de gran amor y confianza en sí mismo, que lamentablemente a los 7 años de edad perdió las extremidades superiores en un accidente eléctrico, una fuerte descarga le quemó gran parte de sus brazos, por lo que tuvieron que extirparlos.
Desde entonces, han pasado más de 4 décadas y durante ese tiempo Chen Xinyin ha desarrollado una habilidad de supervivencia increíble la forma en la que él realiza sus actividades y las responsabilidades que él mismo se ha otorgado, por más difíciles que parezcan han dado la vuelta al mundo conmoviendo a miles de personas.
En el 2014 con 91 años de edad, la madre de Chen Xinyin perdió el movimiento de su cuerpo quedando paralizada en cama y con casi ninguna posibilidad de supervivencia por sí misma.
Es increíble la superación de su discapacidad al punto de cuidar de su madre, y atenderla quizá mejor que aquellas personas que no carecen de ninguna discapacidad y no valoran a su madre
Desde sus 14 años, ha estado ayudando en la conservación de un minifundio familiar, que en la actualidad lo mantiene únicamente él. Además aprendió distintas actividades para mantener a su familia.
Chen Xinyin nunca olvidará el primer día que quiso cocinar, porque mientras intentaba sostener el cuchillo con los dedos del pie derecho, se le cayó sobre el pie derecho ocasionándole un corte que hasta el día de hoy se puede ver en una prominente cicatriz.
Con el tiempo aprendió a sembrar trigo, mazorcas, e incluso a cargar cestas para la comida. Él es el único que dirige su pequeña granja de tierras agrícolas, y maneja un rebaño de 24 ovejas, dos búfalos y cuatro gallinas.
Chen Xinyin es de esas personas que no les gusta recibir ayuda, por el contrario le encanta ayudar a los demás. En el pueblo se cuenta que un vecino le sugirió mendigar, y Chen respondió con enojo: “no tengo brazos, pero tengo buenos pies
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